El año: 2036. Un accidente en una planta nuclear situada en la Luna hizo que se perdiera contacto con una colonia rusa situada en el satélite de la Tierra. Un equipo es enviado a investigar, los secretos de la colonia, así como los horrores que encontrarán van más allá de los confines conocidos por la humanidad… hasta ahora.
Eso puede sonar como la sinopsis de una nueva película de horror cósmico, pero la realidad es que va con tintes reales. China y Rusia recién firmaron un acuerdo para construir una planta nuclear en la Luna y planean que esté lista para el 2036.
Si alguno de ustedes sabe R'lyehiano váyalo practicando en caso de que alguien despierte a Cthulhu, para decirle que somos buena onda y que nos deje vivir.
El siguiente fragmento es la continuación del Vol. 37, que aquí lo pueden ver si se les pasó la onda la semana pasada:
Nebula Vol. 37
Incluso para la gente que no es religiosa, saber que hay un nuevo papa es un hito. ¿Un papa gringo? A ver cómo funciona eso.
Este pedazo tiene unos subtítulos en negritas que uso como referencia al momento de volver a editar los fragmentos (básicamente son donde cambia el personaje del que tenemos la perspectiva en ese momento), decidí dejarlos nomás para que vean mi proceso.
Ah, se me olvidaba la rola de hoy. Algo tensa para meterle ambiente:
Gaddi estaba viendo a dos de los sujetos separarse del grupo y caminar hacia los Transportadores cuando sintió un toque en el hombro. Cleo estaba a su lado, dibujó un cuadrado en el aire con sus dedos a la altura de sus ojos y luego señaló la mochila a su espalda. Gaddi entendió, abrió la mochila, sacó el casco que habían trabajado juntos en el taller y se lo puso a Cleo tratando de no levantarse de más.
CLEO
—¿Qué es eso? —Dijo Theo al ver a Cleo con el casco puesto. Ella se llevó un dedo a los labios y le guiñó un ojo.
Bajó de golpe el visor. Tac. Las luces dentro cobraron vida, una cruda interfaz se desplegó frente a sus ojos dentro del cristal. Se llevó una mano al costado del casco e hizo un gesto como si girara una perilla invisible. Lentamente, la escena frente a ella se comenzó a ampliar. Ya podía ver de cerca cómo los hombres que caminaban alrededor de los Transportadores ajustaban las lonas del vehículo con miradas nerviosas en sus rostros.
—Sea lo que sea que estén haciendo, es algo que no quieren que la gente sepa.
Ahora fijó su mirada en el grupo central. Una de las personas estaba haciendo señas y hablando enérgicamente con los demás. Era alto, ancho y tenía un rostro impávido, acentuado por su nariz cuadrada. Claramente, era el que daba las órdenes entre ellos.
El hombre de la nariz cuadrada apuntó hacia la colina donde Cleo y los demás estaban escondidos. — Oh, no. —Cleo instintivamente se pegó al suelo.
—¿Qué pasó?
—Agáchense. —Murmuró. Todos presionaron sus cuerpos contra el suelo lo más que pudieron como si esperaran que la tierra los absorbiera, pero era demasiado tarde. Cleo se quitó el casco y tiró su cuerpo encima de este para ocultarlo. El Explorador voló a toda velocidad hacia donde estaban.
Se detuvo justo encima de ellos.
Una voz plana salió del dron —Por favor, acompáñenos allá abajo, nos gustaría conocerlos.
DOWN THE HILL
Bajaron la colina en silencio, el casco de Cleo escondido en la profundidad de su mochila. La última vez que la habían atrapado con uno de sus inventos, las cosas no habían salido bien. Mientras más se acercaban a las personas, mejor podían verlas. Cleo lo había apreciado bien, la mayoría se movían ansiosos de lado a lado. El hombre de nariz cuadrada estaba al frente.
—Es extraño ver a personas transitando hoy en día en medio de la nada, mucho más a cuatro. ¿De dónde vienen?—Dijo con una voz fuerte. Cleo lo notó intentando medir con la mirada el tamaño de sus mochilas. No le gustó la vibra que emanaba de él.
—Somos de Cythera. Estamos en búsqueda de intercambiar suministros con otros pueblos. —Respondió Gaddi. Señaló las mochilas de todos, esperando que su volumen fuera suficiente evidencia.
El hombre de nariz cuadrada se cruzó de brazos y los miró con sospecha. —¿En serio? Esos no son los colores de Cythera. —Frunció el ceño y asintió hacia la ropa de Theo y Thima. De nuevo, Cleo sintió otro dejo de molestia. No le gustó nada ese movimiento. Abrió su boca para responder.
Más tarde, se alegraría de haber sido un poco lenta en hacerlo.
—¿Si sabías de dónde venimos, entonces para qué nos preguntas? —Theo se movió hacia adelante.
El hombre presionó sus brazos contra su cuerpo para hacerlos parecer aún más grandes. Ahora igualaba en tamaño a Theo. —Tranquilo, amigo. Solo estaba haciendo una pregunta.
Theo imitó al hombre frunciendo el ceño y cruzando los brazos. —Si solo estabas haciendo una pregunta, ¿Por qué me amenazas haciéndote el grandote? Ahora me toca a mí. ¿A dónde van y por qué esconden lo que llevan? —Dio un paso hacia los Transportadores. De reojo, Cleo vio a Thima cerrar los ojos y bajar la cabeza.
El hombre suspiró, estiró un brazo para ponerlo en el camino de Theo, que se lo manoteó hacia un lado, se estiró a toda su altura y le devolvió una mirada desafiante. Cleo y Gaddi se vieron el uno al otro sin idea de qué hacer. La mayoría del otro grupo estaba paralizada, sin idea de qué hacer. Unos pocos dieron un paso adelante.
Thima corrió hacia su hermano y lo sujetó del brazo. —Todos tranquilos, no buscamos problemas. ¿Por qué no discutimos este malentendido con su Inteligencia?
Una de las mujeres del grupo se movió nerviosa. Se estabilizó colocando una mano sobre el Transportador a su lado. —Bueno, verán es que ella… —Intentó continuar, pero el hombre levantó una mano para silenciarla.
—Está bien, Iris. Yo me encargo. Nuestra Inteligencia nos permite tener nuestra propia agencia y resolver nuestros propios conflictos. No se necesita aparecer en esta conversación, pero nos está escuchando, eso es seguro. —Dijo, relajó su postura, pero se puso de frente a Theo y esbozó una leve sonrisa. —Por lo menos dame tu nombre, chico de Cythera que no es de Cythera. Yo soy Anthos.
Theo se veía como si no hubiera nada más que quisiera hacer más que darle un buen puñetazo en el rostro. —¿Chico? Lo único chico aquí va a ser tu boca cuando te la calle.
—Theo, ya basta.
—¿Es lo mejor que se te ocurrió decir?
—A…Anthos, por favor…
—¡Qué te pasa! Estás estúpido o qué. —Gaddi corrió hacia Theo y lo jaló de la camiseta con fuerza. —Tú también. —Señaló hacia Anthos, furioso. —¿Cuál es tu objetivo con todo esto? ¿Por qué nos estás provocando sin razón? Si no te importa; y claro que te va a importar, pero no hay nada que puedas hacer al respecto; nosotros nos vamos. No hay nada más que hablar aquí.
Se giró hacia Cleo y los demás y ella vio un destello de vergüenza en su rostro, como si al presionar un botón de pronto, se hubiera dado cuenta de lo que acababa de hacer.
Anthos se quedó en silencio, se veía tan desconcertado como todos los demás. Finalmente descruzó los brazos. —Todos, prepárense para arrancar, tenemos un horario que mantener. —Dijo a su gente.
La mayoría se veía más que contentos de salir de la confrontación, solo unos cuantos devolvieron unas miradas de reproche al treparse a los lados de los Transportadores, sus cajas traseras tan llenas de carga misteriosa que no había espacio para una persona. Anthos se subió al último vehículo, se despidió con un último gesto nada amistoso con la cabeza y ordenó a los Transportadores que se pusieran en marcha. El solitario Explorador que los acompañaba flotó a su lado. Parecía que le hablaba, pero no escucharon una sola palabra.
Cuando el misterioso grupo se convirtió en un punto en el horizonte, Thima finalmente inundó a Theo con una letanía de palabras poco agradables. Cleo simplemente le frunció el ceño y se encogió de hombros. Gaddi no dijo ni una palabra.
EL RESUMEN DE LA SEMANA
¿Qué leí? Como que me cansé un poquito de las novelas (hay que culpar a Sanderson por eso), así que me puse a ojear un libro de la Premier League The Mixer: The Story of Premier League Tactics, from Route One to False Nines. Pues qué, también me gusta mucho el fútbol.
¿Cómo sería la práctica de un deporte así en Arkania? Estaría bueno desarrollar esa idea como mero ejercicio creativo.
¿Qué vi? Cuando crees que ya tuviste suficiente de Star Wars, llega Andor adarme una lección. Qué serie, tiene de todo. No tengo más que palabras de apreciación y admiración para todo su equipo creativo. Más contenido con propósito como este y menos de relleno, por favor.
La noticia: SoundCloud ya casi se unía al infame grupo de páginas web que les vale cacahuate el contenido creativo de sus usuarios. Los cacharon con las manos en el GenAI poniendo en sus Términos de Servicio que podían usar material en la página para entrenar modelos de inteligencia artificial. Usuarios se dieron cuenta y, claro, salió la compañía a decir que la habían malinterpretado.
Fuck GenAI
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